Gustavo Adolfo Bécquer fue un escritor español de poemas e historias cortas
Las rimas de Bécquer pueden ser consideradas las más populares y trascendentales en la historia de la literatura hispanohablante y universal. Siendo esta obra de uno de los poetas más brillantes de la historia.
Adolfo Gustavo Bécquer fue un poeta y narrador de origen español. Perteneció propiamente al movimiento del Romanticismo, al cual influyó significativamente, aunque fue después de su fallecimiento cuando gozaría de mayor prestigio y valoración. Siendo su obra Rimas y Leyendas, una de las cumbres en la poesía hispana y universal.
Por consiguiente extraeremos algunas de sus más populares rimas de la obra antes mencionada, y como es de esperarse estos pasajes deleitarán a cualquiera inspirando tal vez, a nuevos escritores.
Resumen de las Rimas De Bécquer
Rima IX
Besa el aura que gime blandamente
las leves ondas que jugando riza;
el sol besa a la nube en occidente
y de púrpura y oro la matiza;
la llama en derredor del tronco ardiente
por besar a otra llama se desliza;
y hasta el sauce, inclinándose a su peso,
al río que le besa, vuelve un beso.
Rima XIII
Tu pupila es azul y cuando ríes
su claridad suave me recuerda
el trémulo fulgor de la mañana
que en el mar se refleja.
Tu pupila es azul y cuando lloras
las trasparentes lágrimas en ella
se me figuran gotas de rocío
sobre una violeta.
Tu pupila es azul y si en su fondo
como un punto de luz radia una idea
me parece en el cielo de la tarde
una perdida estrella.
Rima XXI
¿Qué es poesía?, dices, mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul,
¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía… eres tú.
Rima XXX
Asomaba a sus ojos una lágrima
y a mi labio una frase de perdón;
habló el orgullo y se enjugo su llanto
y la frase en mis labios expiró.
Yo voy por un camino: ella, por otro;
pero al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún, ¿por qué callé aquel día?
Y ella dirá, ¿por qué no lloré yo?
Rima XXXV
¡No me admiró tu olvido! Aunque de un día,
me admiró tu cariño mucho más;
porque lo que hay en mí que vale algo,
eso… ni lo pudiste sospechar.
Rima XLIV
Como en un libro abierto
leo de tus pupilas en el fondo.
¿A qué fingir el labio
risas que se desmienten con los ojos?
¡Llora! No te avergüences
de confesar que me quisiste un poco.
¡Llora! Nadie nos mira.
Ya ves; yo soy un hombre… y también lloro.
Rima LIII
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres…
¡esas… no volverán!
Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.
Pero aquellas, cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día…
¡esas… no volverán!
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,…
como yo te he querido…; desengáñate,
¡así… no te querrán!
Para concluir, no es necesario incitar a que leas la obra cumbre de este gran poeta, solo con leer y releer los fragmentos de rimas antes puestos harán que tu sed hacia las rimas de Bécquer aumente cada vez más.
La rima de XXI de Bécquer es la más célebre de todas, es una lírica perfecta que describe la situación de todo enamorado, escritas por este genio artístico